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ARBITRANDO EN LA INDIA

Crónica de Pablo Rodríguez sobre su experiencia en la India
Mon Jan 14 19:48:00 CET 2013

Pablo RodríguezDespués de la estancia en Japón tocaba parada en la India.

A pesar de los cambios de última hora sobre sede y ciudad del torneo, ya estaba todo preparado para vivir una nueva experiencia.

Desde Madrid me habían advertido acerca de qué cosas podría encontrarme. Casi todo iba encaminado a cuestiones de higiene y alimenticias y, aunque estaba dispuesto a tomar todas las precauciones necesarias, por otro lado quería disfrutar del momento y de un país hasta ahora desconocido para mí.

Hay que reconocer que las primeras horas pasadas en la India fueron de contraste absoluto.

Ningún país de los que había estado antes podía asemejarse a éste. Al principio, el nivel de ruido y el intenso tráfico me hizo recordar a México. Más tarde comprendí que había ciertas particularidades que convertían a la India en un país único.

Su filosofía de vida giraba en torno a las creencias religiosas y a la libertad para hacer las cosas. Podría decirse que las reglas no existían, aunque si bien es cierto, el caos estaba perfectamente estructurado.

Una de las cosas que más me llamó la atención fue la cantidad de lenguas y dialectos que manejaban. Entre ellos mismos confesaban no entenderse…

El Hindi es el idioma oficial pero mucha población no lo habla, asíque han optado por utilizar el Inglés como medio principal de comunicación.

La pobreza y poca limpieza de las calles eran aspectos negativos de un país cuya gente transmite amabilidad y simpatía, y donde los animales son considerados criaturas divinas y sagradas.

Otra cuestión que tampoco quisiera olvidar es el papel que desempeña la mujer en la sociedad india. Consideradas importantes, a veces se ejercía una protección excesiva sobre ellas. Era muy extraño ver a una mujer ir sola a ningún lado, siempre iba en grupo o acompañada por un hombre.

Su peculiar vestuario así como las pequeñas marcas pintadas sobre sus rostros daban una idea del estado civil que poseían.

Respecto al torneo de tenis en sí, sólo caben palabras de agradecimiento a todos y cada uno de los árbitros indios que compartieron algún rato con nosotros. Y digo nosotros porque, a diferencia de Japón, esta vez no estaba solo. Helena, compañera y amiga, también estuvo presente.



Compañerismo y profesionalidad son algunos de los valores destacados del grupo arbitral. Nitin Kannamwar (cabeza visible del arbitraje en la India) y Leena Geshkar (Jefa de Árbitros durante el WTA de Pune), así como el resto de árbitros nos hicieron sentir como en casa haciendo la estancia mucho más sencilla.

Mención especial para Rajat Kapoor, cuya labor en el torneo fue impagable…

Aunque su puesto oficial era el de Asistente a la Jefa de Árbitros, servía como contacto o intermediario entre la Organización del Torneo y el grupo arbitral.

Su cálido recibimiento, al menos en mi caso, fue clave para mi integración con el resto de árbitros.

Siempre atento y pendiente por si faltaba cualquier cosa, no sólo es un buen compañero y mejor árbitro, creo que ahora también podría considerarlo un amigo.

Aunque no pude quedarme hasta el final del torneo, sin duda ese “mal sabor de boca” fue sustituido por la experiencia vivida durante la semana.

No quisiera acabar este pequeño artículo sin antes dar las gracias a todo el CMAT y, en particular, a Javier Sansierra por haber materializado este intercambio tan positivo que deseo se siga manteniendo en un futuro próximo.

 

Pablo Rodríguez

 

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