Cristina Bucsa es la única tenista con licencia FTM presente en los cuadros finales de Wimbledon -Alejandro Moro y Martín Landaluce cayeron en la fase previa masculina- y con su victoria en la primera ronda, asegura que el tenis de la FTM no se vaya de vacío del tercer Grand Slam del año.
La oriunda de Chisináu, de 27 años, derrotó en la primera ronda a la rumana Anca Todoni por 6-4 y 6-4, en un encuentro disputado en la Pista 7 del All England Club que dominó de principio a fin y en el que se vio a la española muy seria al servicio, cuajando un gran partido con ese primer tiro, con el que se llevó el 82% de los puntos ganados con el primer saque.
La cántabra, que en sus dos primeras participaciones no se fue de vacío de Wimbledon alcanzado siempre la segunda ronda, tendrá la oportunidad de llegar un poco más lejos y meterse en la ronda de las 32 mejores cuando se enfrenta a la ganadora del encuentro que aún tienen que disputar la croata Donna Vekic, cabeza de serie número 22 del cuadro, y la australiana Kimberly Birrell.
Bucsa, que es una reputada doblista con seis títulos a nivel WTA, incluida el WTA 1000 de Madrid logrado el año pasado junto a Sara Sorribes Tormo, también está en el cuadro de dobles, donde hace pareja con la japonesa Miyu Kato. La española y la japonesa se enfrentarán en primera ronda a las italianas Jasmine Paolini y Sara Errani, vigentes campeonas de Roland Garros y terceras preclasificadas del cuadro.