La Liga Juvenil Dunlop FTM es una competición única, sin comparación en España ni en Europa. Una competición que cada fin de semana llena las pistas de nuestra comunidad con la locura, la pasión del tenis juvenil con más de cinco mil jóvenes jugadores viviendo nuestro deporte.
Lógicamente, una locura como la Liga Juvenil con más de 5 000 jugadores de 77 clubes y encuadrados en 143 equipos, con 36 grupos de competición y más de 11 000 partidos disputados en los cinco meses de competición es un auténtico reto organizativo.
Desde hace tres décadas, al frente de todo y siendo los responsables últimos de la Liga Juvenil, hemos contado con Luis Miguel Gómez y Benito Lora, Luismi y Benito o Benito y Luismi, pues el orden de los factores no altera el producto que, con un trabajo formidable, una dedicación exhaustiva y un cariño por el tenis excepcional, han sido los jueces árbitros de la competición.
Dos personas excepcionales: uno Luismi, directo, operativo, cuadriculado; el otro, Benito, tranquilo, reflexivo y pausado. Sus fortalezas se complementaban perfectamente y , gracias a ello, consiguieron crear una unidad de trabajo cuyos resultados han sido excepcionales.
Es el momento de recordar las horas incontables que ambos pasaron en la sala de árbitros de la FTM, resolviendo problemas, tomando decisiones y escuchando, siempre escuchando a los clubes. Es el momento de recordar una labor callada, alejada del protagonismo, pero absolutamente esencial para haber conseguido convertir a la Liga Juvenil en lo que hoy es día.
Pero el tiempo pasa y ambos han decidido que es el momento de ceder el testigo, de dar un paso atrás, de dejar que otros continúen su legado.
Lo hicieron a su estilo, sin hacer ruido, cumpliendo su trabajo de forma concienzuda hasta el último momento, como fue la Supercopa de la Liga Juvenil, donde ambos dieron una última lección de profesionalidad.
Desde la FTM, queríamos darles el reconocimiento que merecían. Queríamos transmitirles todo el cariño y agradecimiento que el tenis madrileño les debe. Y el sitio era la Fiesta de la Liga Juvenil, delante de todos los chicos a los que Benito y Luismi les dedicaron incontables horas de trabajo, de compromiso, de corazón.
Sorprendidos cuando se mencionó su nombre, subieron al escenario entre aplausos. Les acompañaban sus familiares, entre ellos, Miriam y Jorge, hijos de Benito y, en su momento, jugadores de la Liga Juvenil, así como Lorena, hija de Luismi.
Tomó la palabra Tati Rascón, presidente de la FTM, y habló de ellos con emoción, respeto y cariño. A continuación, hablaron los homenajeados y, fieles a su estilo, sin darse importancia, dieron las gracias visiblemente emocionados. Turno para Mirian, Lorena y Jorge que en sus palabras transmitieron todo el respeto, el cariño y la admiración por sus padres, el ejemplo que han sido y son. Se notaba su orgullo y su emoción … y alguna lagrima en los ojos.
Y como símbolo de las muchas, muchísimas horas que ambos han pasado dedicados en cuerpo y alma a la FTM, Tati Rascón les entregó sendos relojes con su nombre y el logo FTM grabado… Y se llevaron uno de los mayores aplausos que nunca se hayan oído en la pista central y que nunca hayan sido más merecidos.
¡Gracias por todo a los dos! El tenis juvenil madrileño os debe mucho…